Lo más seguro es que estés desorientado y confuso, acabas de despertar, irónicamente, pues, también acabas de morir. Y todo lo que puedes ver a tu alrededor, es un suelo de tierra carmesí que se extiende más allá de donde la visión alcanza, tus fosas nasales se inundan con el olor del fuego y el azufre, y el polvo y las cenizas cubren tu cuerpo magullado. 
Será mejor que te acostumbres a esto, a ese ardor que corroe tu piel, a las cenizas asentadas en tus pulmones, las risas maníacas sin lugar de origen aparente.
Este será tu nuevo hogar, el lugar en el que pasarás toda la eternidad.
—¿Entonces, estoy en el infierno? 
Oh, no fue tan grato tu destino.
Para ser más exactos, te encuentras en Mictlan, mi reino, y lo más seguro es que en este preciso momento te estés preguntando quién soy yo. 
D. 
Tú y yo vamos a jugar a un juego, juntos vamos a caminar por este infierno.
Yo pongo las normas, y tú la sangre, el sudor y las lágrimas. 
Te esperan catorce puertas, cada una de ellas le pertenece a alguien como tú, alguien que aceptó mi trato; y tú misión es deshacerte de todos ellos, al igual que la suya. 
Quien se adueñe de más puertas, será proclamado vencedor y obtendrá su recompensa. Ser devuelto allí arriba. 
—¿Al cielo?
Mucho mejor, a la vida